Aprovecho para comentarte con más detalle tu poemario: Travesía de lunas. Como ya te había dicho, veo ecos/tributos a la Generación del 27. También hay algo de Rubén Darío y Octavio Paz, algo incluso sorjuanesco, acompañando el camino. Pero lo mejor de todo es que es una voz única que procede del transitar por esos lugares, algo que es muy personalizado, especial e íntimo.
Exploras e incorporas diferentes formas (sonetos, rima libre…) y eso se acopla bien con lo que cada lugar y experiencia requiere y pinta.
Es un poemario en el que uno no solamente siente que viaja, pero que aprende. Y esto no es solamente por los comentarios que acompañan a los poemas sino porque cada lugar es celebrado por memorias/experiencias/postales en verso; no hay ni clichés ni preconceptos sobre lo que esos países o ciudades traen a la mente. Por ejemplo, la serie de poemas de Las Vegas y la exposición antropológica logra romper clichés. En lugar de tragamonedas y otros excesos, la ciudad se vuelve campo de estudio para la evolución humana. ¡Genial! Las secciones sobre Grecia y Finlandia (en particular aunque no exclusivamente) también me crearon esa sensación de aprendizaje y novedad. Grecia por lo que significa cultural e históricamente desde lo que aprendemos en la escuela, y Finlandia porque un país con ese nombre y en la localización en que se encuentra me crea amplia curiosidad.
En la sección de Argentina, nos regalas el magistralmente hermoso verso: “soy torrente, semilla y mujer…” en el poema “Verde” (y un guiño a Lorca).
Comentario recibido de la escritora Dra. Nancy Bird
Travesía de Lunas 